Alimentar La Mente A Través Del Silencio

Vivimos en un mundo lleno de bullicio y ajetreo; el ruido es una constante en nuestra vida, nos levantamos con los primeros rayos del sol, pero también con el ruido de los automóviles que no dejan de transitar por las calles; prendemos la pantalla para ver y escuchar las noticias, activamos nuestro celular y no dejamos de recibir notificaciones, mensajes y llamadas. Todo mundo habla, grita, entra y sale.
El ambiente estrepitoso está en todos lados, en la casa, la escuela y el trabajo. A donde quiera que vayamos impera la algarabía. En las grandes ciudades nunca hay tregua, pues los sonidos que provienen del tráfico, las industrias y el transporte aéreo generan sonidos no deseados, prolongados y de alto nivel.
En una sociedad industrial como la que nos esta tocado vivir, el ruido se ha convertido en nuestro eterno acompañante, pero también en un verdugo implacable, porque cada día nos roba la paz y afecta nuestra salud.
El ruido, es un peligro para la salud pública, cada año mueren miles de personas en el mundo; según el último informe de la ONU (2022) “La contaminación acústica en las ciudades puede tener unos efectos devastadores a largo plazo en la salud física y mental de las personas” porque estas molestias y alteraciones conducen a su vez a graves enfermedades cardíacas y trastornos metabólicos, como la diabetes, al tiempo que causan problemas auditivos y una peor salud mental.
Este problema afecta a toda la sociedad, sin embargo, los más jóvenes y los adultos mayores pueden resultar más perjudicados frente a esta situación. Asimismo, los animales que habitan los entornos urbanos, además de los perros y gatos, como aves, ranas e insectos, también sufren el ruido que afecta a la comunicación acústica de la que la que dependen para sobrevivir.
Para ninguna persona resulta sencillo alejarse de la realidad, pero las organizaciones e instituciones tienen que asumir la responsabilidad que les toca, a partir de observar y respetar las disposiciones legales que tienen como propósito frenar el daño acústico y también es fundamental generar estrategias conducentes al mantenimiento y mejoramiento de los medios de producción para reducir los efectos nocivos en la salud de las personas.
Existen programas nacionales e internacionales que pretenden coadyuvar con las empresas para combatir las malas prácticas que afecten el bienestar de las personas y el medio ambiente, pero, aun así, algunas organizaciones se niegan a sumar esfuerzos en beneficio de la población.
Dado lo anterior, es fundamental que a nivel personal también hagamos un esfuerzo para mejor nuestra salud física y mental a partir de practicar el silencio en nuestra vida cotidiana. Es por todos sabido que, el silencio significa calmar nuestro entorno y nuestra mente, nos da espacio para pensar y alimentar nuestra mente.
Actualmente, el estrés se considera una enfermedad que se atribuye al estilo de vida tan frenético y está asociado también a la contaminación acústica, por lo que desafortunadamente, provoca una baja en las defensas, afecta la presión arterial, puede causar depresión, entre muchos más problemas que perjudican nuestra salud.
En cada uno de nosotros esta el crear espacios de silencio o libres de ruido. Entre los beneficios que nos reporta practicar el silencio, encontramos los siguientes: disminución de estrés, favorece la química del cerebro, disminuyen considerablemente las enfermedades cardiacas, mejora el sueño y aumenta la creatividad y el aprendizaje.
Lo ideal es que, las autoridades generen espacios libres de ruido, por ejemplo, áreas verdes alejadas de los entornos bulliciosos, con el propósito de que la gente acuda y practique algún tipo de ejercicio o actividad que le permita despejar la mente; en el ámbito laboral, es necesario que los colaboradores cuenten con un espacio silencioso para relajarse, descansar por unos minutos y recobrar energía; lo mismo puede aplicar en las escuelas; pero si estas organizaciones no nos proporcionan esos espacios, entonces podemos crearlos en casa, a partir de recursos personales como el tiempo y la disposición para ejercitar el silencio.
Algunos métodos que nos permitirán encontrar el silencio son los siguientes:
Permanecer en la cama cinco minutos antes de levantarse: podemos aprovechar este tiempo para estirarnos poco a poco y disfrutar del silencio.
Desconectarnos de la tecnología para conectar con nuestro yo interior: este ejercicio podemos iniciarlo de forma gradual hasta convertirlo en una actividad recurrente en nuestra vida.
Realizar ejercicios de respiración profunda: esto ayudará a calmar la mente.
Meditar: no existe una regla general al respecto, sin embargo, nos servirá para acostumbrarnos a permanecer en silencio.
Caminar en ambientes naturales: nos puede ayudar a conectarnos con la naturaleza y mantener nuestra mente en silencio.
Lo maravilloso de pretender recobrar nuestra paz a partir del silencio, es que, podemos crear nuestras propias técnicas e ir marcando los tiempos y el ritmo para avanzar favorablemente hacia la tranquilidad y la salud personal. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

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Por Carmen Benavides

Directora de Contenidos TraInn MX

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