Construyamos el País del “nunca jamás”

México es un país con mucha historia y tradición, una tierra de colores, sabores y costumbres inigualables. Nos distingue la calidez humana que abraza a propios y extraños, nuestro poder no solo radica en la diversidad cultural y la riqueza natural que impera en México, somos más que eso, somos fuerza y corazón, voluntad y solidaridad en tiempos difíciles. La raza del maíz siempre avanza, porque a pesar de las dificultades, tenemos la capacidad de levantarnos y empezar desde cero. 

Actualmente, estamos enfrentando una crisis de división social, que se está convirtiendo en un lastre para nuestro progreso y desarrollo económico, político y social, desde hace algunos años estamos cayendo en la trampa de la polarización y la discordia, nos han hecho creer que somos dos bandos enemigos:  unos buenos y otros malos, pero la realidad es que, todos somos mexicanos que sin distingos aspiramos a tener un mejor país y un gran futuro. 

Seamos el país del “nunca jamás” en donde por ninguna circunstancia permitamos que las diferencias políticas o ideológicas nos separen y nos conviertan en rivales, porque la esperanza y la cooperación tienen que florecer por encima de todos esos desacuerdos. 

La división política en México ha sido una constante a lo largo de su historia moderna. Los partidos políticos y las ideologías divergentes han fragmentado a las familias, a la sociedad y, por ende, han debilitado la cohesión nacional. Seamos realistas, en lugar de buscar el bien común, los políticos a menudo han priorizado sus intereses partidistas, alimentando la desconfianza y la apatía entre los ciudadanos. 

La división política trae consigo varias consecuencias profundas en la sociedad mexicana:

  1. Desconfianza y polarización: La polarización política alimenta la desconfianza entre los ciudadanos, creando barreras para el diálogo y la colaboración. La percepción de «nosotros contra ellos» dificulta la construcción de consensos y la búsqueda de soluciones compartidas.
  2. Estancamiento y falta de progreso: Cuando los políticos priorizan la confrontación sobre la cooperación, el progreso se estanca. Las disputas partidistas solo desgastan el ánimo de los ciudadanos, generando en estos la semilla del conformismo y la pasividad
  3. Deterioro del tejido social: La división política fractura el tejido social, debilitando los lazos de solidaridad y empatía entre los ciudadanos. Esto puede llevar a la exclusión y al aislamiento de aquellos que tienen opiniones diferentes, socavando la cohesión social.

¿Por qué es importante que los mexicanos estemos unidos?  

En contraste con la división política, la unidad es esencial para el progreso y la estabilidad de México. Nuestro país es diverso en cultura, idioma y tradiciones, por lo que, la diversidad fortalece la identidad nacional y promueve el respeto por las diferencias. Frente a desafíos como la pobreza, la violencia y la corrupción, la unidad es fundamental para encontrar soluciones efectivas y sostenibles. Trabajar juntos como una sociedad unida nos hace más resilientes ante las adversidades.

“Caminemos juntos hacia la construcción del país del “nunca jamás”:

  • Nunca jamás hacer caso de narrativas que dividan a la gente, que humillen y socaven la dignidad de los mexicanos, independientemente de las creencias y convicciones de cada uno de nosotros.
  • Nunca jamás engrandecer, venerar y aplaudir a ningún político por lo que hace, al contrario, nuestro deber como ciudadanos responsables es exigir rendición de cuentas.
  • Nunca jamás asumir que las cosas van bien, cuando a nuestro alrededor hay corrupción, impunidad, injusticia, pobreza y rezago en la educación, salud y seguridad pública. Nadie está exento de sufrir alguna injusticia, así que no cantemos victoria y seamos empáticos con los demás. 
  • Nunca jamás creer todo lo que dicen los medios de comunicación acerca de los que está pasando en México, muchos de estos, actúan en contubernio con las autoridades y tampoco obedecer a opiniones sin sustento que polarizan y confunden a la gente. 
  • Nunca jamás agredir a quien piensa diferente a nosotros, cada uno tiene su historia personal, optemos por un diálogo abierto y constructivo. Las diferencias enriquecen cuando somos capaces de escuchar al otro.
  • Nunca jamás dejar en las manos de los políticos nuestro presente y futuro, actuemos desde nuestra trinchera siendo mejores seres humanos, dando testimonio a los niños y jóvenes de un comportamiento ético y responsable. Los políticos no lo harán por ti.  

La política nació para organizarnos, proponer y establecer acuerdos de unidad, no para pelearnos por aquellos que nos representan, convirtámonos en mexicanos críticos y propositivos y aprendamos a actuar desde la compasión, el respeto y la empatía por nuestros semejantes. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos trainn mx

Contáctanos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *