La trampa del pasado

Vivimos en un mundo que cambia a una velocidad impresionante, sin embargo, a veces nos aferramos a ideas y creencias del pasado que ya no tienen vigencia en la actualidad, al contrario, esa forma de pensar se convierte en una loza pesada que nos impide avanzar y crecer frente a las demandas actuales.

Los pensamientos, ideas y creencias se pueden transformar en «trampas del pasado» que contribuyen de manera significativa en una “parálisis paradigmática”, esta expresión fue creada por Joel Barker (padre del concepto de cambio de paradigma en el mundo empresarial) quien describe esta parálisis como un fenómeno donde los modelos de pensamiento heredados, aunque en su momento fueron útiles, se convierten en barreras invisibles que nos mantienen atados a una realidad que ya no existe. Es sabido por todos que, romper esos paradigmas constituye todo un desafío, pero es la única forma de generar nuevas oportunidades que sumen a nuestro crecimiento y evolución.

Los paradigmas son modelos mentales que nos permiten interpretar el mundo y tomar decisiones. Sin embargo, cuando estos modelos se vuelven obsoletos, las personas tienden a ver el mundo a través de lentes distorsionados, incapaces de reconocer nuevas realidades. Esto no solo afecta la evolución personal, sino que también limita el potencial de las organizaciones y sociedades que se resisten al cambio.

El pasado tiene una poderosa influencia sobre nuestras decisiones. A menudo nos sentimos cómodos en nuestra zona de confort, aunque veamos que el mundo está cambiando y que no estamos obteniendo los resultados esperados. Este apego a lo que fue, puede convertirse en una trampa.

Muchas personas y empresas se quedan atrapadas en la nostalgia de los logros pasados, sin cuestionar si esas viejas creencias siguen siendo válidas en el contexto actual. Esta falta de cuestionamiento puede generar una parálisis que impide la innovación y la mejora continua.

Según Joel Barker la parálisis paradigmática puede ser superada solo cuando somos capaces de reconocer que nuestros paradigmas no son absolutos y cuando comprendemos que el cambio es una constante, y que para seguir creciendo debemos cuestionar y romper los esquemas del pasado que ya no nos sirven.

Romper un paradigma no es una tarea sencilla, pues requiere valentía, disposición y, sobre todo, la capacidad de cuestionar lo que hemos dado por sentado. Cuando desafiamos nuestros propios paradigmas propiciamos una evolución en nosotros y en el mundo. Es necesario que cada uno de nosotros adoptemos una mentalidad de crecimiento. Esto significa estar dispuestos a aprender, a fallar y a levantarnos, siempre con la intención de mejorar. Cuando cuestionamos nuestros paradigmas abrimos nuevas oportunidades y experiencias que, aunque inciertas, son las que nos brindan el verdadero potencial de transformación.

Recordemos que, el futuro no es algo que simplemente nos sucede; es algo que debemos construir. Es necesario entender que el único camino para lograr el cambio es liberarnos de los paradigmas del pasado que nos atan. Vivimos tiempos difíciles y por ello, debemos cuestionar nuestras creencias más profundas y estar dispuestos a salir de la zona de confort para explorar nuevas posibilidades.

Los grandes avances, tanto en el ámbito personal como profesional, nacen de la capacidad de adaptarse y de romper con lo que ya no funciona. Al hacerlo, creamos un camino hacia un futuro lleno de oportunidades. El futuro está esperando, y es nuestra responsabilidad construirlo. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos, Trainn, Mx.

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