Procustos modernos

En la mitología griega, Procusto era un hombre cruel que ofrecía posada a los viajeros, a quienes obligaba a acostarse en una cama de hierro, donde, si eran más largos que la cama, les cortaba la parte sobrante de las piernas, y si eran más pequeños, los estiraba, descoyuntándolos, hasta que calzaran con el espeluznante catre. Procusto era un posadero que ajustaba a sus huéspedes a la medida de su cama, no reconocía ni aceptaba las diferencias entre las personas que llegaban a ese lugar.  

Este mito se ha utilizado a través del tiempo como una metáfora para describir la imposición de estándares ridículos, rígidos o normativas arbitrarias que no consideran la diversidad y las particularidades individuales. Pero ¿quiénes son los Procustos modernos? Siempre han existido muchos Procustos en el mundo, pero por mencionar algunos, tenemos los siguientes:

  1. Instituciones educativas. En particular aquellos sistemas educativos cuyo curriculum y métodos de evaluación son diseñados de manera uniforme, sin tener en cuenta que, cada estudiante posee   capacidades, intereses y estilos de aprendizaje diferenciados. Esta estandarización puede llevar a la exclusión de aquellos que no encajan en el molde preestablecido, dificultando el desarrollo de habilidades únicas y la creatividad individual.
  • El mundo empresarial. Las empresas se convierten en Procustos modernos cuando implementan políticas de una talla para todos. Sin considerar que en su capital humano existe una amplia diversidad de capacidades, experiencias y talentos, generando con ello un entorno de trabajo tóxico que muchas veces puede llevar a la desmoralización y al agotamiento, ignorando la importancia del bienestar y el equilibrio entre la vida laboral y personal.
  • Medios de comunicación y la industria de la moda. Algunos eventos como Miss Universo, Miss América o Miss Mundo, así como todas aquellas personas que imponen moda o criterios para definir el éxito, son los Procustos modernos, porque establecen estándares de belleza y éxito que son inalcanzables para la mayoría de las personas. Estas normas rígidas pueden provocar problemas de autoestima, de salud física y mental, ya que las personas intentan ajustarse a un ideal imposible.
  • Sistemas legales y políticos. En este ámbito, las leyes y políticas que no consideran las diferencias culturales, sociales y económicas pueden actuar como Procustos modernos. La imposición de normas uniformes puede resultar en la marginación de ciertos grupos y la perpetuación de desigualdades sistémicas.

Desafortunadamente, la imposición de patrones rígidos y la falta de reconocimiento de la diversidad tiene varias consecuencias negativas, por ejemplo, se puede generar una perdida de talento y creatividad en aquellas personas que no encajan en todos estos moldes preestablecidos. Cuando percibimos que no toman en cuenta nuestras habilidades nos sentimos ignorados y subvalorados.

Lo mismo aplica cuando hay desigualdad de oportunidades o presión social por la imposición aquellos de patrones que distan mucho de la realidad, porque en el fondo nos genera inseguridad, estrés, ansiedad y depresión. No olvidemos que la falta de diversidad puede conducir a una sociedad estancada, donde no se valora la innovación ni la evolución cultural.

Es necesario alejarse del enfoque Procusto y adoptar una perspectiva inclusiva, reconociendo que existe la diversidad en todos los aspectos de la vida. Para ello, es fundamental diseñar políticas educativas, laborales y culturales que aborden las diferencias personales y sociales y que promuevan el bienestar de las personas. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.

Por Carmen Benavides, Directora de Contenidos Trainn

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