Mucho se ha escrito sobre los toltecas, quienes se asentaron en el sur de México durante la época precolombina y edificaron majestuosas construcciones, fueron grandes alfareros y artistas, razón por la cual, trascendieron en el tiempo y en el espacio. Más que ser una cultura o un pueblo, fueron un linaje de conocimiento de la sabiduría ancestral del Cem Anáhuac (así denominaban al “mundo”). Los toltecas eranun grado de conocimiento de la Toltecáyotl, es decir, conocían el arte de vivir en equilibrio, el pensamiento filosófico que le daba sentido a la existencia. La Toltecayotl representó, durante más de 7 mil años, la cúspide de su cosmovisión.
En el Cem Anáhuac existía un grupo importante de toltecas provenientes de todos los pueblos y culturas. Estas personas estudiaban y practicaban los conocimientos de la Toltecáyotl en el periodo clásico, en lo que hoy conocemos como “zonas arqueológicas”. Estas zonas se convirtieron en verdaderos centros de investigación, integración y estudio de las posibilidades humanas: Afortunadamente, esos conocimientos se han ido transmitiendo de generación en generación hasta nuestros días.
En 1997, el Dr. Miguel Ruiz escribió el libro titulado “Los cuatro acuerdos” en el cual rescata la sabiduría tolteca aplicada a la vida cotidiana, con el propósito de honrar nuestra existencia mediante 4 acciones que nos permitirán vivir con libertad a través del amor y aceptación hacia nosotros mismos.
Los toltecas fueron capaces de llevar esta sabiduría a toda una comunidad, en donde hombres y mujeres recibieron el mensaje por igual, lo cual es una excelente noticia, ya que abre la enorme posibilidad de aplicarla a cualquier organización del siglo XXI que tenga como objetivo crecer y evolucionar. Las empresas pueden implementarla como parte de la cultura organizacional, partiendo del principio fundamental de que todo esfuerzo, compromiso y constancia nos acercará al cumplimiento de los 4 acuerdos.
Cabe destacar que estos acuerdos son compatibles con la filosofía institucional de cualquier tipo de organización, ya que, están encaminados a fortalecer el liderazgo, asertividad, la comunicación intra e interpersonal y la resolución de conflictos, entre muchos otros beneficios que impactarán de forma positiva en la eficiencia, eficacia productividad y resultados de nuestra empresa.
A continuación, se enuncian y explican brevemente cada uno de los 4 acuerdos aplicados a nivel organizacional:
- Sé impecable en tus palabras: Recuerda que las palabras pueden tener un efecto multiplicador, ya que estás constituyen el poder que tenemos para crear o destruir sueños, relaciones sociales o proyectos. El uso inadecuado de las palabras puede afectar la comunicación formal e informal dentro y fuera de la organización, trayendo como consecuencia un pésimo clima organizacional o una mala imagen de la empresa en la mente de los clientes.
- No te tomes nada personalmente: La organización es dinámica por naturaleza, por lo que siempre habrá motivo para opinar, dar órdenes, ver actitudes y escuchar mensajes que podrían parecernos un ataque de orden personal; pero no olvides que tenemos la libertad de decidir qué es lo que nos afecta y qué no. Tenemos que ser lo suficientemente asertivos para liberarnos de todo aquello que no nos corresponde, por ejemplo; la rabia o coraje de alguno de tus jefes, pues todo lo que emana de ellos en ese momento no es de tu competencia. Les toca a ellos resolver ese problema, no te apropies de lo que no te atañe.
- No hagas suposiciones: Uno de los problemas más comunes en la organización es que, damos por hecho que el comportamiento del otro tiene que ver con nosotros. Si tu jefe o compañero de área está molesto, inmediatamente supones que es contigo o por algo que hiciste, porque en automático perdemos la capacidad de preguntar y aislar ese comportamiento para que no nos afecte. La única forma de proteger nuestra paz mental es dejando de creer que todo lo que pasa con los demás tiene que ver con uno.
- Haz siempre lo máximo que puedas: Este acuerdo tiene que ver con la realización de los tres anteriores. Somos seres imperfectibles, siempre tendremos áreas de oportunidad y, por lo tanto, podemos equivocarnos más de una vez. Hasta este momento nadie ha dicho que el camino sea fácil, sobre todo, cuando formamos parte de un equipo de trabajo en donde todos pensamos y actuamos diferente; hacer lo máximo que podamos no significa desgarrarse las vestiduras porque créeme, eso será sumamente agotador, pero sí podemos intentar cada día ser mejores en lo que hacemos. No se trata de “soportar” la jornada laboral o la conducta de nuestros jefes o compañeros, sino de vivir con plenitud todo lo que hagamos dentro y fuera de la organización.
Incorporar estos cuatro acuerdos a la cultura organizacional requiere de un proceso de desaprendizaje, donde todos avancemos hacia el mismo propósito; somos seres inacabados y por ello tenemos muchas posibilidades para aprender y seguir adelante. Si quieres conocer más acerca del tema comunícate con nosotros, tenemos cursos y talleres para ayudarte a crecer y posicionarte en el mercado.
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Por Carmen Benavides
Directora de Contenidos TraInn MX